Muchas veces nuestra imaginación termina ganando, pensando que la frase "la realidad supera a la ficción" es irrelevante hasta que los hechos nos reciben con un puñetazo en la cara.
Situaciones que son distintas a cómo las imaginamos. Queriéndonos protegernos a nosotros mismos, sólo conseguimos enfermarnos e inutilizarnos a largo plazo. ¿Tan difícil nos resulta entender que para cada decisión hay un sacrificio?
Se trata de arriesgar o achicarse. La moneda comienza a girar por el aire y uno ya siente terror por el sólo pensar de qué lado va a caer. Es vivir en el mundo de las acciones o en el mundo de las fantasías. ¿Tan malo es elegir la fantasía? ¿Qué tiene de bueno elegir la acción? ¿La acción es buena y la fantasía es mala? ¿O son ambas un arma de doble filo?
Da la sensación de que tenemos miedo frente a esto, y es común que lo tengamos. El problema es cuando buscamos refugio solamente adentro de nosotros y no también del lado de afuera.
Pero esto, sin embargo, no es una cuestión de azar. Es una elección que uno mismo tiene que hacer, y que posiblemente cargue con ésta elección por el resto de su vida. Es por esa razón que no hay que perder esta oportunidad.
Acordate que son dos mundos completamente polarizados. Dos mundos en los que (seguramente) vayas cambiando de uno a otro dependiendo de la situación. Pero al final es uno y sólo uno el que va a predominar sobre el otro.
Dos opciones determinantes:
Quedarse en la fantasía - Una vida llena de aislamiento, nostalgia y protección. Nunca va a entrar sufrimiento alguno, jamás se recibe ningún tipo de daño ni tampoco se tiene que soportar cualquier clase de frustración, incluso si eso significa perder también momentos de alegría, de logros y de felicidad. Estás en tu mundo, y por tanto, son tus reglas.
Quedarse en la acción - Una vida llena de pruebas e intentos. No se garantiza la evitación de sufrimientos, daños o frustraciones. La única condición es levantarse cuando esto suceda, sin importar que tan fuerte, brutal o sorpresivo haya sido el golpe. Ya que en el camino se irán alternando junto con grandes momentos de alegría, de logros y de felicidad. Estás compartiendo tu mundo con otros, y por tanto, tus reglas se comparten con otros.
Acordate que son dos mundos completamente polarizados. Dos mundos en los que (seguramente) vayas cambiando de uno a otro dependiendo de la situación. Pero al final es uno y sólo uno el que va a predominar sobre el otro.
Dos opciones determinantes:
Quedarse en la fantasía - Una vida llena de aislamiento, nostalgia y protección. Nunca va a entrar sufrimiento alguno, jamás se recibe ningún tipo de daño ni tampoco se tiene que soportar cualquier clase de frustración, incluso si eso significa perder también momentos de alegría, de logros y de felicidad. Estás en tu mundo, y por tanto, son tus reglas.
Quedarse en la acción - Una vida llena de pruebas e intentos. No se garantiza la evitación de sufrimientos, daños o frustraciones. La única condición es levantarse cuando esto suceda, sin importar que tan fuerte, brutal o sorpresivo haya sido el golpe. Ya que en el camino se irán alternando junto con grandes momentos de alegría, de logros y de felicidad. Estás compartiendo tu mundo con otros, y por tanto, tus reglas se comparten con otros.
La decisión es tuya... =)
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