jueves, 30 de octubre de 2014

"Don't Hug Me I'm Scared"

Literalmente, el título significa: "No me abraces, estoy asustado". Así se titula este canal de YouTube, compuesto por un equipo de profesionales que se dedica a hacer trabajos audiovisuales con marionetas. La diferencia es que su estilo de producción, a pesar de que sea en apariencia infantil e inocente, es absolutamente todo lo contrario: se encamina hacia el género del horror...

Pero no lo expresa de forma burda. Es un horror bastante profundo, de esos que te dejan pensando cuál es el verdadero mensaje que trata de dejar y ver más allá de la ambientación terrorífica que se quiere logar; y como si esto fuera poco, ese "mas allá" de lo que se ve concretamente encierra una suerte de crítica hacia un tema específico. En este caso, uno de sus videos habla sobre la creatividad, más concretamente sobre "ser creativo". 



Vayamos por partes:

  • Hay 3 marionetas sentadas en la mesa, junto con una libreta que se abre y empieza a hablarles para incitarlos a que "piensen creativamente". Al principio les parece aburrido, pero la libreta se encarga de darles ejemplos concretos para estimular su creatividad y éstos logran interesarse en el tema.

  • Hay unas dos o tres líneas fundamentales en el discurso de la libreta que me llaman la atención (que además parece ser una sutil crítica), y es que ella impone una concepción sobre qué es o no es "ser creativo", impidiendo justamente que cada uno deje fluir su propia capacidad creativa. Impone frases como "uso mi pelo para expresarme" (lo reitera cuando una de las marionetas opina que eso es "aburrido", como si ignorara su opinión), "hay que ir más lento" (al ver a otra marioneta que pintó un payaso, la libreta juzga que se está adelantando al ritmo que ella trata de dirigirlos y le echa a perder la obra con pintura negra) o "el verde no es un color creativo" (contradiciéndose totalmente a la tarea que les asigna a las marionetas, que es formar su color favorito con ramas).


  • La libreta da unos consejos "antes de dejar fluir la creatividad": escuchar al corazón, escuchar a la lluvia y escuchar a las voces de tu cerebro. Ya deja entrever un poco el eje central del mensaje, pero no es sino hasta el climax del video cuando se devela por completo.


  • Ya en la última parte del video comienza lo errático. Hay una vuelta de tuerca en torno a lo creativo que desemboca en un resultado bastante macabro: un corazón humano bañado en brillantina, un pastel de vísceras y pinturas usadas para escribir la palabra "MUERTE", rodeado de calaveras. Lo cual nos lleva al planteo principal del video: la creatividad no siempre conlleva a un resultado agradable si no se la encamina de una manera sana. Esto lleva a pensar que incluso desde lo patológico se puede ser creativo, pero que obviamente supone un resultado de carácter oscuro (digo, el corazón y las vísceras lo tuvieron que sacar de algún lado, ¿no...?). El cantar desesperante, los ecos distorsionados y la música desafinada ayuda a enfatizar ese clima de locura y perversidad al que llegaron las marionetas. Todo esto producto de un aprendizaje mal encaminado, que estuvo a cargo de nada más y nada menos que la libreta...


  • Tal es el desenlace ruin que ella logra (imponiendo su manera de ver la creatividad como verdad indiscutible) que incluso remata con una última imposición: “pongámonos todos de acuerdo para no ser creativos nunca más”.


Más allá de juzgar este video sólo por las sensaciones que produzcan, hay que hacer el esfuerzo de mirar un poco más en detalle qué es lo que están tratando de transmitir con esta temática y darse cuenta de que hay un mensaje que abre a debate, solo que está encerrado en una producción que apunta a perturbar al espectador.

domingo, 26 de octubre de 2014

¿Dónde está mi lugar?

Una pequeña notita, así como al pasar, en la que me gustaría rescatar algunas frases de la película argentina "Un lugar en el mundo", que me parecieron interesantes y de los cuales pienso que son significativos (y que además me hacen sentir identificado)...

[...] Estoy en una edad de mierda en la que estás obligado a tomar decisiones. Y justamente lo que menos tenés ganas de hacer es tomar decisiones. [...]  
[...] Cuando empecé a entender las cosas de los mayores, fue porque sin darme cuenta había dejado de ser chico. [...] 
[...] No se puede ser tan imbécil. Hay cosas de las que uno no puede olvidarse. No tiene que olvidarse. Aunque duelan... [...] 
[...] Me gustaría que me dijeras cómo hace uno para saber cuál es su lugar. Yo por ahora no lo tengo. Supongo que me voy a dar cuenta cuando esté en un lugar y no me pueda ir. Supongo que es así. Ya va a aparecer. Todavía tengo tiempo de encontrarlo...

Con el correr de los años, tarde o temprano, voy a tener esa sensación de no querer irme a otro lado.