sábado, 20 de abril de 2019

Principios comunes en psicoterapia

Lo que les ofrezco a continuación, es una breve explicación didáctica de lo que implica atravesar un proceso psicoterapéutico desde lo teórico. Esto es un recorte de lo que Chris Kleinke explica en su libro sobre las características más comunes con las que un psicólogo trabaja con sus pacientes.

Conceptos básicos:
A.    ¿Qué es una psicoterapia? Es una interacción planificada que posee cierta carga emocional y de confianza entre una persona que sufre y un profesional dispuesto a aliviar ese sufrimiento.

B.   ¿Qué objetivos tiene la psicoterapia? Aliviar el malestar mediante conversaciones simbólicas (lenguaje verbal y no verbal) que a veces puede incluir o no algún familiar o amigo del paciente según la situación. También consiste en aceptar y soportar el sufrimiento inevitable de la vida y poder reutilizarlo como oportunidad de crecimiento personal.

Componentes:
1.     Pago por servicio: El paciente paga básicamente un “diálogo socrático” que se basa en la filosofía de que dos cabezas piensan mejor que una. El servicio incluye una suma de recursos entre ambas partes que pueda permitir buscar soluciones a los problemas del paciente.

2.    Consejos: No es lo más común en un psicólogo por tres grandes razones; es éticamente cuestionable (ya que el psicólogo no tiene autoridad para decirle qué es lo mejor para su vida), puede generar dependencia (que no piense por sí mismo y coartar su autonomía) y ya lo recibe de otros vínculos (familiares, amigos o compañeros; no necesita más de lo mismo porque justamente para eso acude a nuestra ayuda). Pero si entonces es poco útil aconsejar, ¿por qué está incluido en esta lista? Porque el consejo en el psicólogo es únicamente válido en casos excepcionales de riesgo dañino para el paciente o para terceros, o como proporción de referencia respecto a la meta establecida por el psicólogo (“si elige A, puede suceder B, C o D”).

3.     Ampliar visión del mundo: Contemplar sus problemas desde otra perspectiva para evitar que el paciente se siga sintiendo estancado en su vida, debido a que intentó muchas soluciones que no le funcionaron. La idea es adoptar nuevos significados a los acontecimientos que causan sus problemas y tome conciencia de respuestas de afrontamiento inéditas, que nunca haya considerado como posibles.

4.    Recapitular conflictos genéricos: Es necesario que el psicólogo pueda correrse del lugar en donde los otros han puesto al paciente y reaccionar de manera no esperable ante él. Sus estilos de pensamiento, acciones, emociones y creencias generan reacciones predecibles en los otros que a su vez refuerzan su realidad psíquica. Esto sirve para animarlo a que asuma el riesgo de poner en práctica nuevos comportamientos y que experimente estilos alternativos de percibirse a sí mismo y a los demás.

5.     Experiencia emocional correctiva: Exponer al paciente en situaciones emocionales que no pudo resolver en el pasado en circunstancias más favorables, es decir, dentro del consultorio. Esta oportunidad es importante para que, junto con el psicólogo, experimente interacciones sin sufrir las consecuencias temidas, lo cual favorece el cambio.

6.     Promover experiencias positivas: Que el paciente logre desenvolverse cada vez mejor dentro de la terapia y adquiera expectativas positivas y de éxito mediante objetivos realistas y alcanzables.  

7.     Permitir las emociones: Reconocer emociones como la rabia, la tristeza y el miedo para explorar sus causas y saber qué hacer con ellas; reconocer emociones que interfieren con la solución de los problemas, como la depresión o la ansiedad, y tratar de resolverlas; reconocer emociones que se usan para alcanzar un logro personal. Tras el reconocimiento, se trata de llegar a un autoconocimiento más claro, responsabilizarse de ellas y expresarlas genuinamente de manera adaptativa, buscando así la aceptación y el reconocimiento, lo cual permite obtener una competencia social valiosa.

8.     Ejercer una influencia social: La interacción que tiene con el psicólogo, inevitablemente ejerce una influencia social. Para ello, es importante tener en cuenta que puede reforzar, desafiar o ignorar ciertos temas y comportamientos que fomenten en el paciente un comportamiento adulto y que tome al psicólogo como un modelo de realidad, permitiéndole trabajar opciones posibles para el afrontamiento.

9.     Promover prácticas de nuevas competencias: Tanto en la terapia como en su día a día, el psicólogo hace que el paciente ponga en practica nuevas formas de pensar, sentir, decir y hacer. Se registran los progresos realizados y se trabajan las dificultades encontradas. Deja “tareas para el hogar” que sirvan como hilo conductor para futuras sesiones que garanticen objetivos realistas y alcanzables; de esta manera se estará logrando no solo cumplir con el paciente sino también generarle sensaciones de éxito y progreso en la terapia.

lunes, 8 de abril de 2019

Películas y videojuegos = Padre e hijo


Mi primer contacto con los videojuegos fue aproximadamente en 1997 con el famoso “Family Game” (la versión pirata de la primer Nintendo) en el cual tenía un solo cartucho. Pero no fue sino hasta la navidad del 2000 cuando me regalaron la PlayStation One (la versión más chiquita, la blanca) y junto con ella sus dos primeros discos. A partir de ese entonces el vicio no paró y, si bien ya soy más grande y tengo otras responsabilidades, jugar videojuegos se volvió un pasatiempo tan o más parecido al de mirar películas o series.

 A la izquierda: Family Game - A la derecha: PlayStation One

La gente que no conoce mucho este ámbito de los videojuegos suele catalogarlo como algo “para chicos” o que otorga entretenimiento sin mucho sentido. Si estuviéramos en la época de los ’80, les daría la razón… pero actualmente, y ya desde hace unos 25 o 30 años, la cosa cambió drásticamente… casi diría que los videojuegos sufrieron una transformación tal, que ahora crear uno cuesta tanto o incluso más que el presupuesto de una película. Y como si esto fuera poco, el público no para de consumir esto, y me refiero a todas las edades; ya no son solamente los chicos sino también los grandes que se embarcan dentro de estas aventuras que cada videojuego encierra en su CD.

¿Pero qué los hace tan especiales? ¿Por qué ahora tienen el mismo estatus que el de una película? La razón más simple es por el avance de la tecnología, sí. Pero hay algo un poco más profundo… en una película, uno mira al protagonista atravesando diversas situaciones, ya sean de drama, de acción, de aventuras o de terror. En cambio, en un videojuego, el jugador ES el protagonista. ÉL controla al personaje y ÉL es quien lo conduce a lo largo de toda la historia hasta el final. Porque sí, hoy en día los videojuegos, como las películas, tienen un inicio, un nudo y un desenlace; pero la diferencia es que no solo se mira la acción transcurrida, sino que también se la vivencia a través del manejo de un joystick.

Los videojuegos tomaron un rumbo en el que siempre aspiraron (ya desde los años ‘90) a emular la experiencia cinematográfica: ya no te ofrecen simplemente jugar, sino también participar de una trama, explorar lugares y descubrir historias que deben ser transitadas hasta llegar al final de la trama. No hay mas que buscar en YouTube cómo se presentan las escenas de los videojuegos más famosos actualmente para saber de qué hablo: a groso modo, se está jugando a una película interactiva, y este es el atractivo principal por el cual pienso que atrae cada vez a más gente.

Así que cada tanto, además de disfrutar con las películas y series de siempre, también disfruto mucho los videojuegos.