Te pueden
pasar miles de cosas en poco tiempo… desde una nimiedad hasta una adversidad.
Hay todo tipo de problemas, pero los duelos en particular (en cualquier forma y
faceta) son los más movilizantes para transitar.
No
crean que el duelo solo está limitado a la muerte de un ser querido… piénsenlo
más abiertamente: el duelo es todo proceso que ocurre ante cualquier tipo de pérdida,
literalmente: la muerte de un ser querido, la muerte de una mascota, la pérdida
de un objeto valioso, terminar una relación amorosa, abandonar un empleo,
terminar el colegio, terminar una carrera universitaria… y podemos seguir
eternamente.
Guardar
respeto por ese duelo y mostrar el apoyo hacia ese otro está bien, y es lo fundamental
para poder llevarlo adelante… Pero al principio uno parece que ya no sabe cómo
seguir, o como guiarse por sí mismo ante ese dolor… y cuando se mira alrededor,
no cambió nada afuera; todo parece seguir su curso natural… es una sensación extraña,
¿no? Tener cierta angustia por dentro pero el mundo sigue girando, la gente
sigue trabajando, el transcurso de los días sigue su rumbo normalmente…
¿Entonces
qué necesita uno para ir depurando poco a poco el manojo de sentimientos dolorosos?
Personalmente
pienso que nada. Absolutamente nada… no hay nada que hacerle… no existe una solución,
sino una lenta aceptación. Una parte de nosotros se va junto con aquello que
perdimos (e insisto, piénsenlo en el sentido más amplio posible).
Lo único
que queda es seguir…
Como
se pueda, como se quiera, como le sea humanamente posible…
Pero
seguir, y no detenerse…