sábado, 30 de abril de 2016

Un intruso en el matadero

Súbitamente, la entrada se cerró tras de mí con unas rejas impenetrables. Casi pareciera que habrían estado esperando mi llegada. El ambiente aquí abajo parecía mostrarse de una forma extraña: todo el lugar se encontraba envuelto en una tenue neblina rojiza, como si el polvo que levantara este sitio fuese particularmente distinto al resto.

A pesar de esto, recorrí el lugar. En el medio había lo que parecía ser un gran matadero compuesto por un enorme vallado metálico del cuan pendía una enorme trituradora repleta de cuchillas. El interior estaba cubierto de sangre, y parecía ser reciente. Faltaba poco para intuir que este lugar donde me encontraba se componía únicamente de esto, hasta que frente a mis ojos advertí un piso elevado. Del lado izquierdo parecía haber una manivela lista para accionar, por lo que supuse que ese debía ser el mecanismo que activaba aquella trituradora.

Finalmente, podían verse dos columnas. Y en el medio de éstas, se contemplaba la sombra de algo que parecía tener unas dimensiones enormes. No comprendía lo que se ocultaba entre las sombras hasta que se movió. Escuché su imponente rugido y miré fijamente hacia su origen esperando a ver qué me encontraba.

¡Manifiéstate, criatura! –Le grité a aquella cosa que permanecía oculta.
-¿No me reconoces, hermano…? –Vociferó el monstruo mientras se revelaba entre la penumbra, arrastrándose con sus enormes brazos-. ¿Tanto he cambiado…?

Su voz, aunque cambiada, era inconfundible:

¿Melchiah? –Respondí con asombro.
Sí, hermano. Debiste haberte quedado donde te envió el Maestro. –Respondió Melchiah.- Raziel, vas a ver que Nosgoth es menos agradable de lo que recuerdas.

Pero no me encontraba aquí para caer en la nostalgia. Además de mi venganza, quería respuestas, y pronto.

¿Qué le ha ocurrido a mi clan? Respóndeme, hermanito –Le exigí, con la mirada llena de rabia-, o te arrancaré la respuesta de tus asquerosos labios.

Melchiah permanecía inmutable tras su horripilante fachada. Tenía los ojos de un color rojo incandescente. La boca (o lo que parecía ser su boca) era de unas proporciones gigantescas. Y sus brazos estaban compuestos por cuerpos y rostros humanos. No tenía extremidades inferiores. Dejaba entrever una enorme cola alargada, de manera similar a las babosas. Parece ser que además de haber evolucionado en tamaño, también absorbió al resto de los humanos que habitaban estas zonas de Nosgoth.

Todos tienen miedo, hermano –Me respondió Melchiah-. Despiertas a un mundo de terror. Esta época de cambio es muy... inquietante. ¿Crees que no siento repugnancia por mi aspecto? ¿¡Crees de veras que nuestro Maestro arriesgaría su imperio por un sucesor advenedizo!?
Ya está bien de adivinanzas, -Le respondí interrumpiéndole su discurso- ¿qué quieres decir?
Eres el último... ¡en morir...! –Exclamó Melchiah, justo antes de arrastrarse directo hacia mí.

A pesar de su gran tamaño, podía moverse a una velocidad bastante rápida. Pero yo era más pequeño, y por ende más ligero, sin mencionar que podía saltar grandes alturas. Pude esquivar su inminente ataque sin mayores dificultades y me introduje dentro de aquel enorme vallado, justo debajo de la trituradora.

Entretanto, Melchiah apoyó su enorme brazo sobre la valla, y de él emergió un destello verde que recorrió todo su abominable cuerpo. De repente, logró traspasar la reja como si fuera aire. Ahora me daba cuenta que no sólo hubo cambios en su apariencia, sino también en sus habilidades.

Sin embargo esto no le permitía ser eficaz en su estrategia. Yo seguía siendo más rápido que él, por lo que salí del vallado antes de que Melchiah pudiera siquiera reaccionar ante mis movimientos. Accioné la manivela, y las cuchillas empezaron a bajar lentamente.

Dime, Melchiah, –Le exclamé, haciéndole percatar que me encontraba fuera del vallado-. ¿Dónde puedo encontrar a Kain?
¡El Maestro está fuera de tu alcance, Raziel! –Vociferó lleno de rabia-. ¡Se manifiesta cuando le interesa, no cuando se le ordena!

Y cuando Melchiah se percató, la trituradora ya estaba encima de él, despedazándolo en cuestión de segundos. La sangre se esparció por todo el piso. Sus gritos de dolor fueron ahogados por el ruido de las potentes cuchillas que lo terminaron desmembrando completamente.

Soy… libre… Susurró Melchiah, hundido en su agonía-

Al levantarse la trituradora, hubo silencio. Apenas se escuchaba el goteo de la sangre escurriéndose a través de las cuchillas… de repente, una estela color rosado emergió de allí, la cual se hizo cada vez más grande y dejando salir una pequeña onda expansiva. Era el alma de Melchiah. Liberada de la carne, ahora estaba a mi merced.

Me quité el estandarte y, extendiendo mis brazos, reclamé su alma. La estela rosada acudió a mi voluntad, y tras devorarla, una fuerte descarga eléctrica sacudió todo mi cuerpo. Podía sentir cómo su alma engrandecía mi fortaleza, pero todavía no era consciente de su verdadero potencial. Y entonces caí arrodillado.

Lo has hecho bien, Raziel. –Me dijo la voz, haciendo acto de presencia-

Pero yo no estaba satisfecho con esta hazaña. Más allá de haber recuperado mis fuerzas, no sentía nada nuevo después de haber devorado su alma. De hecho, su muerte no me produjo alivio alguno. Ni siquiera observaba en mí algún cambio aparente.

¿A esto me he reducido? –Le reclamé a la voz, con indignación- ¿A un espectro, a un fratricida…?
No te has reducido, Raziel. Te has elevado. Al consumir el alma de Melchiah has adquirido un nuevo don. –Contestó la voz, haciendo notar mi nueva habilidad adquirida.-

Me levante, atónito por lo que me dijo, sin comprender muy bien este nuevo “don” del que me estaba hablando. Caminé nuevamente hacia la reja que me impedía salir de aquí. Apoyé mi mano sobre la reja y observé con sorpresa cómo desde el contorno de mi mano emergía un destello verde. Advertí que era el mismo destello que emergió del propio Melchiah al traspasar el vallado, y ahora era yo quien lo estaba logrando. Entonces lo comprendí.

Las barreras insustanciales como éstas –Explicó la voz- ,ya no serán un impedimento para ti. Si deseas pasar, lo harás.

Y entonces empujé con mis brazos. En cuestión de segundos, sentí cómo mis manos se hundían hacia el otro lado. Estaba traspasando la reja. Parecía como ir en contra de un fuerte viento. Continué con mi cabeza, luego el torso y finalmente con el resto de mi cuerpo. Cuando quise darme cuenta, había logrado salir del recinto.


(Adaptación de la escena entre Raziel y Melchiah, 
del videojuego "Legacy of Kain: Soul Reaver")

viernes, 29 de abril de 2016

Los festivales “Celina Somos Todos”

Desde el 2012 hasta el 2014 inclusive, se organizaron una serie de festivales que tuvo lugar en distintas plazas de Celina, pero principalmente fueron en la plaza “Víctimas de Cromañón”, ubicada en Ugarte y Austria (frente a la comisaría). Consistía en una convocación a cielo abierto que duraba casi todo el día, desde las 15 hasta las 23 aproximadamente, con el fin de atraer a los vecinos e invitarlos a que participaran.

Estos festivales fueron organizados por la Red Ciudad Celina, un grupo de vecinos autoconvocados que comenté en la nota anterior. Ellos, en colaboración con la Sociedad de Fomento Gral. Paz, la parroquia Sagrado Corazón, el comedor La Esperanza y otros comercios más de la zona se encargaron de llevarlo adelante.

Estos festivales comprendían diversas actividades lúdicas para los más chicos (shows de magia y de comedia), y para los no tan chicos (bandas de rock y murgas). Finalmente se sorteaba una rifa con varios premios que eran gentileza de los comercios que colaboraban en el festival.


El último festival que recuerdo haber participado fue uno que se hizo en abril del 2014, en conmemoración a los caídos en Malvinas (ya todos saben que dos de ellos vivían en Celina). El cronograma del festival fue prácticamente el mismo, sólo cambiando el lugar ya que esa vez fue en la Sociedad de Fomento Gral. Paz.


Luego de esto hubo otros festivales ajenos a la Red, como el “Celina Rock Festival” que se hizo en la plaza del Urquiza en el 2015. Al igual que con la Red, de estos festivales ya no tengo noticias de que estén en marcha otros más. Quizá sea ésta una etapa en la que Celina vuelve a estar “dormida” para luego volver a despertar.


Por mi parte, colaboré en dos de esos festivales donde luego compartí las fotos que saqué esos días. Quien quiera verlas, puede buscarlas en los álbumes de la página que dejo al final, con el nombre “Festival Celina Somos Todos”.

Festival del 14/12/2013
https://www.facebook.com/media/set/?set=a.642546459121098.1073741829.196144097094672&type=3
Festival del 26/04/2014
https://www.facebook.com/media/set/?set=a.718761588166251.1073741835.196144097094672&type=3