jueves, 6 de octubre de 2016

El mojón del Rotary, restaurado

El Rotary Club que se encuentra en nuestro barrio no tiene un espacio físico propio. Hace no tanto tiempo, la Cámara de Comercio les cedió un espacio, teniendo la sede en el mismo lugar que ellos. Esto les permitió tener un lugar fijo al cual recurrir. Sin embargo, el Rotary de ninguna manera es un invento de acá: pertenece a una organización mundial conocida como Rotary International.

Hay varias definiciones que pueden encontrarse sobre esto, pero todas están de acuerdo en lo siguiente: propone reunir empresarios y profesionales universitarios y no universitarios con el objetivo de prestar un servicio a la comunidad, promover elevadas normas de ética en todas las ocupaciones, entre otras acciones humanitarias.

Sinceramente desconozco de qué manera llevan a cabo estas tareas en Celina, pero no es eso lo que quiero compartir por ahora. Esto es más bien un detalle de color, pero que vale la pena contarlo. Me refiero al mojón que ellos mismos construyeron hace ya varios años.


Desafortunadamente no tengo una foto del mojón cuando recién se construyó, pero sí de cuando decidieron robarse la placa de bronce que habían colocado. Apenas quedó un pequeño bloque. Esto siguió durante un tiempo más, hasta que hace poco fue restaurado de nuevo, aunque ahora no está tan llamativo.

Sólo se limitaron a poner el escudo del Rotary, un letrero de bienvenida y algo de pintura. No los culpo, porque si volvieran a poner todo con materiales de bronce, terminaría de la misma manera: robado y dañado. Por ahora sigue intacta ésta restauración, así que solo queda cuidarlo para que no termine en la dejadez.