Hay gente que no cambia. No por
un capricho propio, sino por simples peticiones de "empatizar" con lo
que le pasa a uno. Pero hay gente que simplemente no lo entiende. Y no solo no
lo entiende, sino que se caga en los sentimientos del otro. Tuve la desgracia
de darme cuenta tarde, pero como bien dice ese dicho, "más vale tarde que
nunca".
Conozco
amigos y amigas con los que congenié hace ya varios años, y me doy cuenta de que no crecen.
Quiero que se entienda bien eso: no hablo de "crecer" en el trabajo o
en la universidad... hablo de un crecimiento personal.
Hablo de algo que no se mide con títulos o con currículos. Me refiero a
cualidades que están relacionadas a la tolerancia,
a la paciencia y la consideración de los sentimientos...
Es obvio
que toda situación es distinta y que estas cualidades sean
difíciles de sostener. Pero luego de reflexionar en frío uno se da
cuenta de las cagadas que se mandó. Puede repararlo
mediante el perdón y teniendo más cuidado la próxima
vez...
El
problema es cuando uno ni siquiera repara en el daño que sin querer (y a veces,
no tan "sin querer") hace en el otro y ENCIMA se tiene el descaro de
lavarse las manos diciendo que sólo era "una joda", y que en realidad
es el otro quien tiene la culpa, puesto que se lo
tomó "muy personal" y no comprendió la gastada... O sea, encima que
me estoy fumando tu puta necesidad de llamar la atención, también me
tengo que fumar el hecho de minimizar toda burla y desvalorización hacia
un simple "te estoy jodiendo"... Y siempre termina siendo esa la excusa principal, razón por la cual tengo que sentirme como un amargado o un
malhumorado.
¿Me estoy
volviendo intolerante? ¿O los demás son intolerantes conmigo?
Son
pequeñas cosas. Esas pequeñas actitudes que ciertas personas se toman para
conmigo pero que marcan una gran diferencia. Yo tengo mis gustos, mi música, mi
ropa, mi calzado, mis objetos de valor, mis pertenencias, mi vocabulario, mi
manera de ser y de relacionarme con la gente. Al que no le gusta puede
simplemente alejarse de mi vida y punto.
¿Algo de
todo eso, tiene que ser NECESARIAMENTE objeto de burla? Si yo con los
demás no tengo necesidad de hacer eso, ¿por qué habrían de
hacerlo conmigo? ¿Acaso no se dan cuenta de que hay ciertas cosas con
las que uno no debería jugar? Más allá de que parezcan "estupideces"
a la vista de otros. Realmente es poca la gente que tiene capacidad para registrar cuál es el alcance de sus palabras...
¿Para qué le sirve al otro burlarse de alguien en particular, dentro de un grupo, e incitar a que los demás le hagan lo mismo? ¿Para hacerse el groso? ¿Para demostrar que es el más "capo/vivo/piola"? ¿Sólo para eso...? ¿Para "quedar bien" con los demás...?
Que no
se confunda lo que digo: no hablo de no reírse de uno mismo. Esto va más allá
del humor. Hablo de la gastada
excesiva, de ese "pequeño chiste" hacia otro que
termina convirtiéndose en desvalorización. Eso que uno siente
cuando ve que se le están burlando constantemente de todo lo que hace o todo
lo que es. Y esto es lo que creía "superado" por ciertas personas,
pero veo que no es así... y que de hecho me hizo dar cuenta de algo...
Hay gente
que necesita ser así para
sentirse superior a otros... que no tienen forma de llenar el orgullo que a
través de las gastadas hacia un otro. Dicho en otras palabras: necesitan
notificar que ellos son los que la tienen más grande. Es tan
tragicómico, porque esto encima siempre sucede en grupos, dejando entrever que
está CLARÍSIMA la intención de esto: que los demás se sumen a la gastada. Es
casi el mismo procedimiento que el famoso "bullying", sólo que acá ya
estamos todos grandes para estas chiquilinadas...
Tengo amigos y amigas de mi edad (un poco más
o un poco menos) que tienen gustos iguales o incluso mucho más
"desviados" de lo que está a la moda, de lo estético, de lo
frívolo... Y sin embargo eso a mí no me dice nada de su actitud con los otros. Pero claro... para los que siempre están a la orden de la gastada, parece que eso les dice TODO
sobre una persona, qué raro... Y son precisamente esas
actitudes (que veo para conmigo y los demás), las que me hacen pensar
en lo superfluo de esas personas, en la poca capacidad de valorar
lo que uno es. Y desgraciadamente lo veo ahora en alguien muy cercano... o
quizá lo vi desde el principio y nunca quise aceptar la realidad. Esa realidad no es otra
que la de no querer a una
persona así en mi vida...
Con esto no hablo de no hacer
ninguna gastada a nadie. Porque es algo inherente que todos lo hacemos, incluyéndome... Mi problema está justamente en los excesos, en traspasar un límite
en el que ya NO es gracioso. Y ahí está
la cuestión: cuando yo lo hice en su momento, ofendí a otros, me cagué en sus
sentimientos, e incluso llegué a perder gente por causa de ello. Y entonces me
cayó la ficha...
No quiero eso. No quiero cagarme en lo que les pasa a los
demás, pero al mismo tiempo espero lo mismo del otro. Y afortunadamente tengo amigos así... pero los que no lo son, y que incluso pretenden expiarse de toda culpa... qué horror... pienso que es más sano alejarse, entender que son así y que (sobre todo) necesitan ser así, porque está claro que entre
líneas se percibe una necesidad de figurar, y de quedar ante los demás como un
"groso".
Tener "amigos" así, con esas prioridades tan
infantiles, te hace pensar que a esta altura del partido hay cosas más importantes de las que
preocuparse, como por ejemplo: ¿qué vas a hacer de tu vida?...
Usted no aprende, ¿verdad?