domingo, 10 de julio de 2016

El destino de mis amigos

Hay gente que no cambia. No por un capricho propio, sino por simples peticiones de "empatizar" con lo que le pasa a uno. Pero hay gente que simplemente no lo entiende. Y no solo no lo entiende, sino que se caga en los sentimientos del otro. Tuve la desgracia de darme cuenta tarde, pero como bien dice ese dicho, "más vale tarde que nunca".

Conozco amigos y amigas con los que congenié hace ya varios años, y me doy cuenta de que no crecen. Quiero que se entienda bien eso: no hablo de "crecer" en el trabajo o en la universidad... hablo de un crecimiento personal. Hablo de algo que no se mide con títulos o con currículos. Me refiero a cualidades que están relacionadas a la tolerancia, a la paciencia y la consideración de los sentimientos... 

Es obvio que toda situación es distinta y que estas cualidades sean difíciles de sostener. Pero luego de reflexionar en frío uno se da cuenta de las cagadas que se mandó. Puede repararlo mediante el perdón y teniendo más cuidado la próxima vez... 

El problema es cuando uno ni siquiera repara en el daño que sin querer (y a veces, no tan "sin querer") hace en el otro y ENCIMA se tiene el descaro de lavarse las manos diciendo que sólo era "una joda", y que en realidad es el otro quien tiene la culpa, puesto que se lo tomó "muy personal" y no comprendió la gastada... O sea, encima que me estoy fumando tu puta necesidad de llamar la atención, también me tengo que fumar el hecho de minimizar toda burla y desvalorización hacia un simple "te estoy jodiendo"... Y siempre termina siendo esa la excusa principal, razón por la cual tengo que sentirme como un amargado o un malhumorado. 

¿Me estoy volviendo intolerante? ¿O los demás son intolerantes conmigo?

Son pequeñas cosas. Esas pequeñas actitudes que ciertas personas se toman para conmigo pero que marcan una gran diferencia. Yo tengo mis gustos, mi música, mi ropa, mi calzado, mis objetos de valor, mis pertenencias, mi vocabulario, mi manera de ser y de relacionarme con la gente. Al que no le gusta puede simplemente alejarse de mi vida y punto.

¿Algo de todo eso, tiene que ser NECESARIAMENTE objeto de burla? Si yo con los demás no tengo necesidad de hacer eso, ¿por qué habrían de hacerlo conmigo? ¿Acaso no se dan cuenta de que hay ciertas cosas con las que uno no debería jugar? Más allá de que parezcan "estupideces" a la vista de otros. Realmente es poca la gente que tiene capacidad para registrar cuál es el alcance de sus palabras... 

¿Para qué le sirve al otro burlarse de alguien en particular, dentro de un grupo, e incitar a que los demás le hagan lo mismo? ¿Para hacerse el groso? ¿Para demostrar que es el más "capo/vivo/piola"? ¿Sólo para eso...? ¿Para "quedar bien" con los demás...? 

Que no se confunda lo que digo: no hablo de no reírse de uno mismo. Esto va más allá del humor. Hablo de la gastada excesiva, de ese "pequeño chiste" hacia otro que termina convirtiéndose en desvalorización. Eso que uno siente cuando ve que se le están burlando constantemente de todo lo que hace o todo lo que es. Y esto es lo que creía "superado" por ciertas personas, pero veo que no es así... y que de hecho me hizo dar cuenta de algo...

Hay gente que necesita ser así para sentirse superior a otros... que no tienen forma de llenar el orgullo que a través de las gastadas hacia un otro. Dicho en otras palabras: necesitan notificar que ellos son los que la tienen más grande. Es tan tragicómico, porque esto encima siempre sucede en grupos, dejando entrever que está CLARÍSIMA la intención de esto: que los demás se sumen a la gastada. Es casi el mismo procedimiento que el famoso "bullying", sólo que acá ya estamos todos grandes para estas chiquilinadas...


Tengo amigos y amigas de mi edad (un poco más o un poco menos) que tienen gustos iguales o incluso mucho más "desviados" de lo que está a la moda, de lo estético, de lo frívolo... Y sin embargo eso a mí no me dice nada de su actitud con los otros. Pero claro... para los que siempre están a la orden de la gastada, parece que eso les dice TODO sobre una persona, qué raro... Y son precisamente esas actitudes (que veo para conmigo y los demás), las que me hacen pensar en lo superfluo de esas personas, en la poca capacidad de valorar lo que uno es. Y desgraciadamente lo veo ahora en alguien muy cercano... o quizá lo vi desde el principio y nunca quise aceptar la realidad. Esa realidad no es otra que la de no querer a una persona así en mi vida... 

Con esto no hablo de no hacer ninguna gastada a nadie. Porque es algo inherente que todos lo hacemos, incluyéndome... Mi problema está justamente en los excesos, en traspasar un límite en el que ya NO es graciosoY ahí está la cuestión: cuando yo lo hice en su momento, ofendí a otros, me cagué en sus sentimientos, e incluso llegué a perder gente por causa de ello. Y entonces me cayó la ficha... 

No quiero eso. No quiero cagarme en lo que les pasa a los demás, pero al mismo tiempo espero lo mismo del otro. Y afortunadamente tengo amigos así... pero los que no lo son, y que incluso pretenden expiarse de toda culpa... qué horror... pienso que es más sano alejarse, entender que son así y que (sobre todo) necesitan ser así, porque está claro que entre líneas se percibe una necesidad de figurar, y de quedar ante los demás como un "groso".

Tener "amigos" así, con esas prioridades tan infantiles, te hace pensar que a esta altura del partido hay cosas más importantes de las que preocuparse, como por ejemplo: ¿qué vas a hacer de tu vida?...

 Usted no aprende, ¿verdad?

viernes, 1 de julio de 2016

Artistas Plásticos de Villa Celina: “ARTVICE”

Como el nombre lo dice, lo que comparto esta vez es un evento que apenas tuvo su segunda reunión hace ya casi dos años. Es un encuentro en el que se exhiben obras de todo tipo: desde pinturas hasta fotografías, pasando por artes plásticas, etc.



Los artistas convocados fueron: Zulema Godoy, Roberto Sanz, Mabel Dávice, Alfredo Molina, Mercedes González, Ana Huberuk y Carlos Romano. Al comenzar, cada artista se presentó y luego se pudo apreciar en cada rincón del lugar las obras de éstos. El evento se llevó a cabo en la Cámara de Comercio, donde además hubo buffet (parrilla, bebida y café) y algunas tandas musicales. 

La idea es dar a conocer el talento artístico de aquellos que nacieron en Celina y que incluso algunos siguen hasta hoy. Si bien hubo bastante gente convocada (alrededor de 50 personas), me pareció que no mucha gente del barrio estaba enterada, o que quizá no haya llegado a oído de aquellas personas atraídas por el arte. Si sos uno de ellos, ahora ya lo sabés.



Desconozco si habrá un tercer evento como éste, pero ojala así sea ya que vale pena recorrer las obras de cada uno. De mi parte podrán ver la difusión del próximo “ARTVICE” que se realice.