domingo, 23 de septiembre de 2012

Viaje para el recuerdo

Todos tenemos un viaje memorable. Al menos yo lo tengo. Y podría apostar que el resto de las personas tendrán al menos algún viaje el cuál consideren que haya sido como "el mejor de todos", o al menos "uno de los mejores". Pero más de uno se preguntará: ¿Qué tanto te puede pasar en un viaje para considerarlo memorable? Y la verdad que es difícil, porque supongo que deben depender de muchos factores. Así y todo me atrevería a decir que por sobre todas las cosas depende más de la cantidad de momentos que hayas vivido en ese viaje, pero a tal punto de que te marquen un antes y un después. Que te den ganas de volver a ir allá si pudieras retroceder el tiempo. Que cuando recuerdes todo lo que hiciste allá te produzca felicidad. En fin, que nunca te arrepientas de haber viajado.

Siempre hay algún viaje que te marca como uno de los momentos más felices de tu vida. Y si yo tuviera que elegir uno, elegiría de cabeza el viaje de egresados de Bariloche que tuve en el 2009. ¿Habrá más adelante algún viaje igual o mejor que este? Lo dudo, pero nunca se sabe. Lo único que sé es que hasta el día de la fecha, éste fue el mejor viaje que haya podido hacer en mi vida. Es raro pensar que hoy me haya puesto en nostálgico después de haber pasado 3 años (un 12 de septiembre del 2009). De hecho a esta altura el viaje a Bariloche ya me resultaba ajeno por esa cantidad de años, pero hay una buena razón...

Resulta que no fue sino gracias a una compañera que no veo hace mucho tiempo, en donde nos recordaba a todos por Facebook que ese mismo día, pero hace 3 años, nos íbamos hacia Bariloche. Y al más puro estilo de las pelis antiguas, se me vinieron miles de imágenes sobre el transcurso de todos esos días. Y ahora (unos diez días después de haber leído eso) sueño que estaba ahí con ustedes, de vuelta en Bariloche. Eso sí que fue un flash tremendo... y fue lo que me motivó a dedicarle esta nota a todos nosotros, a los 12 que fuimos allá a tirar la casa por la ventana. En esa semana de pura joda donde pasaron tantas pero tantas cosas, que si las nombrara todas no las terminaría más (y algunas sería mejor no nombrarlas :P). Pero basta sólo con recordar algunas para asegurarme una vez más de que fue el mejor viaje de mi vida.

Desde las excursiones, donde fuimos a lugares impresionantes, a esquiar, a darnos con bolas de nieve, a hacer guerra de almohadas, a hacer juegos al aire libre, a caminar por bosques, a jugar paintball. Pasando por las noches de joda, desde las previas que hacíamos en el hotel hasta bailarnos todo, ponernos en pedo, sumarse a los pogos y quedar hecho pelota, y hasta a veces volver antes al hotel sólo para boludear entre nosotros. Los cantitos que hacíamos sin importar que hora sea, la fiesta de disfraces en Genux, el fogón, la cena de velas en Grisú... todo eso y muchas cosas más que en mi opinión no hubieran sido lo mismo sin ustedes, ya que honestamente no esperaba pasarla tan pero TAN bien en un viaje, y menos con ustedes chicos, que casi todos eran de la famosa "banda del fondo", ¿se acuerdan?. A pesar de que siempre me juntaba con otra gente, tengo que decirles de corazón que fue inolvidable ir a Bariloche con ustedes.

Y también hay muchas cosas graciosas (al menos para mí) que voy a recordar de ese viaje: gente que se robaba cosas del VIP de los boliches estando con un pedo bárbaro, enrollar a alguien con papel higiénico para que parezca la momia y encima que quede mareado por todas las vueltas que le dimos, volver al hotel con un pedo que no sabés ni en que cama te fuiste a dormir,  jugar al gallito ciego con prendas durante la previa, dejar los cuartos literalmente con todo el piso lleno de ropa, hacer enchastres con lo que tomábamos y con lo que fumaban y dejar todo tirado cómo si fuéramos linyeras, y OSCAAAAAR jajajaja tampoco me olvidé de eso, ¡por dios!, me acuerdo como lo gritábamos y me sigo cagando de risa ajajaja.

Y como decía el chabón que nos habló en la cena de velas: "Solo faltó una única cosa para que este viaje haya sido perfecto, y es que hubieran podido venir todos los que no pudieron". Y la verdad que está en lo cierto, pero no por haberme sentido incomodo con los que fueron, sino porque los que no pudieron venir no tienen idea del viaje que se perdieron. Y la verdad es que así y todo no me arrepiento de como se dieron las cosas. Así que bueno. Éste es mi pequeño homenaje a todos los que fuimos. Para que cuando lo recuerden, lo hagan con una sonrisa. 

Por último, no voy a terminar con esto sin antes decirles: ¡Los quiero a todos! Y que gracias a ustedes y, a toda la buena onda que le pusieron cada día, la pasé genial. A ustedes, que superaron todas mis expectativas, a todos y a cada uno les digo:  


¡Mil gracias por haber hecho de Bariló un viaje de puta madre! =D