Desde
que se popularizó, dio mucho de qué hablar en todos lados. Los que me conocen
saben bien lo que pienso al respecto, pero quiero darle una vuelta más al asunto.
Creo que, ante la necesidad de tener una cultura más inclusiva (y en especial
cuando debería ser obrada desde el ejemplo), primero es necesario argumentar POR QUÉ la
idea de "lenguaje inclusivo" puede de hecho aplicarse sin recurrir a agregados
por colectivos políticos de ninguna índole; ya sea con la “E”, con la “X” o con
cualquier otra modificación que “neutralice” la imposición de un sexo sobre
otro.
Datos
curiosos:
Cuando
uno busca en la Wikipedia el artículo “lenguaje inclusivo”, éste se redirecciona
automáticamente hacia “lenguaje no sexista”. Cosa que me resulta sumamente
interesante, porque en Wikipedia esto suele ocurrir cuando un término en sí
quedó en desuso u obsoleto y a través del tiempo se le encontró un rótulo más
clarificador. Siguiendo con esta línea, el sexismo es básicamente la
discriminación sexual en términos de prejuzgar la conducta y/o de formar
estereotipos sociales reflejados en la diferenciación de sexos.
Entonces…
¿qué viene a ser este renombre titulado como “lenguaje inclusivo”? A mi juicio,
decir de una manera más positiva que el lenguaje debería promover a través de
su estructura la “no discriminación” de los sexos. ¿Pero realmente es sólo el
lenguaje el que necesita hacer este cambio? ¿Qué hay de la interacción social?
¿Qué hay de la conducta ejemplificadora, atributo que PIDE A GRITOS
manifestarse en territorio argentino? ¿A una persona machista lo va a hacer
menos machista si habla con la E, la X o cualquier otro agregado? Desde mi punto
de vista, me parece bastante ingenuo…
“Falacia
ad novitatem”
Conocida
también como “falacia de la novedad”, implica que un argumento es válido
solamente porque se trata de algo moderno, reciente o nuevo; y eso es
precisamente el error fundamental de todo este asunto. Muchas veces escuché
decir que una de las razones por las que hay que cambiar las reglas de la RAE (Real
Academia Española) es porque su construcción quedó anacrónica y anticuada, sin
tomarse la molesta de investigar que la RAE, de hecho, ha incluido MUCHÍSIMAS
palabras que permitieron ir actualizándola en el tiempo (cosa que,
irónicamente, ¡se lo han criticado también!). Hay infinidades de anglicismos
que se han estilizado al castellano (“escáner”, “estatus”, “fútbol”, “tuitear”,
“eslogan”, “estrés”, etc.) y ni hablar de los modismos que finalmente se añadieron
también a la lengua (“amigovio”, “friki”, “setiembre”, “otubre”) y han terminado
formando parte de la lengua española.
Ahora bien… ¿por qué la misma RAE declaró muchas veces en sus tuits a sus usuarios que no actualizan su estructura en base a “agrupaciones colectivas”? Y doblo la apuesta: ¿por qué además declaró que eso solo supondría un “cambio artificial” en el idioma? Lo cual me lleva de nuevo al punto anterior:
¿BASTA SOLAMENTE CON EL LENGUAJE PARA SER INCLUSIVO?
Nuevamente
digo que NO, y estas son las razones por las que la RAE se niega a
hacerlo:
Para que una palabra, vocablo o estilo de pronunciación sea aceptado como tal, es necesario que:
1. Haya
causado un profundo impacto cultural en un importante porcentaje de la población
mundial que habla español. Con lo cual, al ser el lenguaje inclusivo un modismo
expresado casi exclusivamente por colectivos políticos, es fácil deducir que no
es suficiente ya que esto no lo reproduce la gran mayoría de hablantes castellanos
que se lo hayan “apropiado” e integrado al habla cotidiana. Dicho esto, hay
mucha gente a la cual le causa rechazo el uso de la E o la X como bandera
política (y en especial cuando los representantes de estos movimientos hacen
constantemente el ridículo y expresan sus motivos con nula coherencia
argumental), por lo que a mi juicio arrancaron mal si la idea es “provocar una
revolución” en el lenguaje.
2. Sea
consonante y armónico con las reglas de la gramática, la ortografía, la sintaxis,
la morfología y el léxico. Por ejemplo: ¿cómo pronunciarías “chicxs” o “compañerxs”?
Lo mismo con la E… ¿cómo decir “empoderades” ignorando el uso gramatical de las
vocales o sufijos que afecta a la pronunciación de la palabra? No hay mas que
agarrar un diccionario (preferentemente el Larousse) y leer con atención la
sección lingüística de la misma, y ahí van a darse cuenta de lo que hablo.
Hagan la prueba, búsquenlo.
Un llamado
a la reflexión:
¿Sabían que la lengua española alberga alrededor de 150.000 palabras en su totalidad? Lo cual quiere decir que existen más posibilidades de utilizar palabras no sexistas que denoten un abarcamiento de ambos sexos por igual. Si se dan cuenta, yo mismo en esta publicación usé palabras que incluían a ambos sexos, y no fue necesaria la adición de ninguna vocal. Pueden optar por decir “la persona” en vez de “el hombre”, por ejemplo. O “la gente” o “la población” en vez de “los habitantes” ...
¿Se dan cuenta a lo que me refiero? No hay mas que agarrar un diccionario común junto con un diccionario de sinónimos, y empaparse a fondo con la lengua española en todos sus matices. Porque si bien pueden existir palabras que denoten una “discriminación sexual”, también existen otras que no lo hacen y que están ahí. Simplemente hay que investigar a fondo; y también darse cuenta de que hay que tomar lo bueno, lo mejor y lo útil de una lengua para exprimirla al máximo, tal como uno debería hacer en la vida misma. Dicho en otras palabras: hay que rescatar lo positivo del castellano en vez de juntar odio en lo negativo que pueda tener. No le guarden rencor, tienen que amigarse con su lengua y esforzarse para sacar a flote la expresión inclusiva dentro de su vasto contenido.