lunes, 27 de febrero de 2017

"Historia de Villa Celina y barrios vecinos"

El título de esta nota es una referencia al título de un libro que me gustaría compartir para quien le interese conocer la historia del barrio en forma cronológica y bien estructurada. Fue lanzado en el 2012, por Martín Biaggini, en colaboración con la Compañía Editora de La Matanza.


Martin Biaggini es profesor de historia y licenciado en Arte, e hizo diferentes publicaciones (previas a este libro) que relatan la historia de muchos de los barrios dentro del partido de La Matanza, como Tapiales, Ciudad Madero o Villa Luzuriaga.

El libro en sí, es una recopilación de testimonios, fotos y documentos históricos que fueron investigados por el autor a fin de dar a conocer, en la medida de lo posible, todos los hechos que llevaron al surgimiento de Ciudad Celina tal como la conocemos hasta el día de hoy.

Muchos de los vecinos que forman o formaron parte del barrio aparecen en los testimonios que se exponen en el libro. Algunos de ellos, muy conocidos dentro del barrio. Todo con gran detalle narrativo y una gran cantidad de testimonios que permiten exponer muchos de los matices que se encuentran actualmente.

Recomiendo mucho leerlo para todo aquel que esté interesado en la historia del barrio. Pueden encontrar al autor en su cuenta de Facebook, o bien contactar con él vía mail.

Facebook: Martin Alejandro Biaggini
Mail: martinbia@hotmail.com
Web: http://historiadevillacelina.blogspot.com.ar

domingo, 26 de febrero de 2017

Porque el primer amor nunca se olvida

The Evil Within es juego que todo amante del terror espera: buena ambientación, buena historia, buenos jefes, y sobre todo, buenas situaciones perturbadoras. Esto sumado a una jugabilidad bien difícil de acostumbrarse, lo convierte en un juego no apto para cualquiera. No es para menos, ya que el creador de esta joyita fue nada más y nada menos que Shinji Mikami, el creador de Resident Evil.

A partir del desarrollo de Resident Evil 4, Mikami se alejó para siempre de la saga que lo hizo saltar a la fama, allá por 1996. Desde entonces no se supo más de él, hasta el 2010. En ese momento, Mikami fundó su propia desarrolladora de videojuegos titulada “Tango Gameworks”, la cual terminó dando luz en el 2013 al juego que nos compete.


El juego gira en torno a una trama totalmente nueva e intrigante, con muchos enriedos, que por momentos recuerda a Silent Hill. Jugabilidad MUY dificultosa; pero no por falta de esmero, sino por haber logrado un sistema que busca generar tensión constantemente, de la forma más realista posible. Este juego no es para novatos. Está repleto de aspectos que lo dejan más “chapado a la antigua” en el sentido de que hay que usar bien la cabeza al racionar las municiones.

Pero no es eso lo que más quiero destacar, ya que análisis hay muchos y esto no pretende ser un “análisis” del juego…

En este caso en particular, hay otros detalles que me llamaron la atención. Muchos de los que conocen bien este micro-mundo seguramente habrán notado ciertos paralelismos MUY directos hacia Resident Evil. Y no es de extrañar, ya que The Evil Within (en Japón: Psychobreak) y Resident Evil (en Japón: Biohazard) son del mismo creador. Incluso hasta en el cambio de nombre que sufrieron de una región a otra son testimonio de la cantidad de guiños que Mikami dejó respecto a su aclamada saga de zombis.

Para empezar, y quizá el más significativo de todos, el encuentro con el primer monstruo del juego. Un guiño totalmente descarado y calcado a la escena del primer zombi con RE1. Muchos recordarán lo chocante de esta primera escena (que incluso atemorizaba más que los zombis que aparecieron en posteriores entregas). En este juego vuelve a aparecer, casi como una carta de amor a todos los que fuimos parte de ese momento.



Luego, y de una forma más sutil, podemos darnos cuenta de que las distintas “flechas de agonía”, son un guiño hacia los tipos de granadas que los RE ofrecían para el lanzagranadas. Como si esto fuera poco, vuelven a hacer acto de presencia las que son explosivas, congelantes e ígneas. Aunque las ácidas desaparecieron, en su lugar surgieron otras más interesantes (cegadoras, electrificadas, de empalar y envenenadas).



Por último, y no menos importante, el ojo como símbolo del horror, tan característico en los RE1 (la intro del menú) y en RE2 (el ojo en el brazo de Birkin), vuelve a hacer acto de presencia en el momento en que estamos llegando al final del juego.


Todo esto nos hace concluir algo. Por más que Mikami haya dejado hace ya mucho tiempo su primer gran obra en el mundo de los videojuegos (en el 2004), la esencia de algunos detalles que fueron característicos para el púbico en su momento (y tan importantes para él por lo inspirador en su obra) vuelven a cobrar vida en esta nueva entrega, casi como un aviso de que su proyecto anterior no lo dejó en el olvido. 

Mikami nunca olvidó aquel “primer amor”, su auténtica primera inspiración. Aquella que lo empezó todo en su propia carrera del género del terror…