lunes, 30 de septiembre de 2013

Frágil

Y pensar que mi primera impresión fue... "¿Quién es ella...?" Esa fue mi pregunta cuando la había visto por primera vez. Ni siquiera se me pasó por la cabeza algo mínimamente parecido a lo que iría a pasar después. Pensándolo en retrospectiva, fui bastante prejuicioso. Además corrí con la suerte de que, oportunamente, pareciera que el universo mismo hubiera conspirado para poner a prueba mi actitud frente a ella.

Siempre con una sonrisa en la cara. 
Nunca perdiendo el tiempo para jugar.
Puede estar feliz en un momento, 
y al rato estar chinchuda de la nada...

Empezó a los juegos y dio como resultado una muestra de afecto por haberla contenido tanto. Y la pregunta era cada vez más frecuente, pero también cada vez menos prejuiciosa... "¿Quién es ella...?" 

Y me mira, se ríe, corre, me toma del brazo...
Ser tan determinante y a la vez dejar translucir tanta fragilidad.

Que haya surgido tanta incertidumbre de forma inesperada y el haber estado en el lugar adecuado en el momento indicado fue bastante oportuno. Al parecer era algo que ella (y quizá yo también) necesitábamos luego de ciertas malas rachas.

Son las ventajas de la niñez: 
sentimientos que se manifiestan de forma tan transparente.

Sin embargo, no pude evitar pensar como será el futuro de ella si no apareciera alguien más para contenerla. Desgraciadamente no pinta muy bien la cosa. Ojalá me equivoque... Supongo que todo dependerá de ambas partes para sobreponerse a lo que venga, tanto padres como hijos. 

Expresando sus alegrías, sus enojos, sus miedos, 
sus llantos y sus virtudes con tanta transparencia que hasta roza lo envidiable.

Es una edad en la que creo que es infaltable otorgarle la contención necesaria frente a las adversidades. Es una protección que (aunque ellos no lo digan) lo demandan, por lo que no sería muy favorable si se le niega la garantía de sentirse protegidos, sobre todo a tan temprana edad.

A su lado en todo momento como una suerte de protector.
"Yo se algo que nunca vas a saber", me dijo...
Irónicamente, días después, lo supe. 

Y así y todo, con el paso del tiempo, seguía haciéndome la misma bendita pregunta... "¿¿¿Quién es ella...???" Bueno, al parecer al fin me di cuenta de qué es... 

Después de rebanarme tanto la cabeza, la respuesta claramente estaba cantada... Si eligiera una respuesta, podría decirse que ella es: "¡mi amor platónico!".

(Amor platónico: descripción gráfica)