Y pensar
que mi primera impresión fue... "¿Quién es ella...?"
Esa fue mi pregunta cuando la había visto por primera vez. Ni
siquiera se me pasó por la cabeza algo mínimamente parecido a lo que iría a pasar después. Pensándolo en retrospectiva, fui bastante
prejuicioso. Además corrí con la suerte de que, oportunamente, pareciera que el
universo mismo hubiera conspirado para poner a prueba mi actitud frente a ella.
Siempre con una sonrisa en la cara.
Nunca perdiendo el tiempo para jugar.
Puede estar feliz en un momento,
y al rato estar chinchuda de la nada...
Empezó a los juegos y dio como resultado una muestra de afecto por haberla
contenido tanto. Y la pregunta era cada vez más frecuente, pero también cada
vez menos prejuiciosa... "¿Quién
es ella...?"
Y me mira, se ríe, corre, me toma del brazo...
Ser tan determinante y a la vez dejar translucir tanta
fragilidad.
Que haya surgido tanta incertidumbre
de forma inesperada y el haber estado en el lugar adecuado en el momento indicado fue bastante oportuno. Al parecer era algo que ella (y quizá yo también) necesitábamos luego de ciertas malas rachas.
Son las ventajas de la niñez:
sentimientos que se manifiestan de forma tan transparente.
Sin
embargo, no pude evitar pensar como será el futuro de ella si no apareciera
alguien más para contenerla. Desgraciadamente no pinta muy bien la cosa. Ojalá me equivoque... Supongo que todo dependerá de
ambas partes para sobreponerse a lo que
venga, tanto padres como hijos.
Expresando sus alegrías, sus enojos, sus miedos,
sus llantos y sus virtudes con tanta transparencia que hasta roza lo
envidiable.
Es una edad en la que creo que es infaltable otorgarle la contención necesaria frente a las adversidades. Es una protección que
(aunque ellos no lo digan) lo demandan, por lo que no sería muy favorable si se
le niega la garantía de sentirse protegidos, sobre todo a tan temprana edad.
A su lado en todo momento como una suerte de protector.
"Yo se algo que nunca vas a saber", me dijo...
Irónicamente, días después, lo supe.
Y así y
todo, con el paso del tiempo, seguía haciéndome la misma bendita
pregunta... "¿¿¿Quién es ella...???" Bueno, al parecer al fin me di cuenta de qué es...
Después de rebanarme tanto la cabeza, la respuesta claramente estaba cantada... Si eligiera una respuesta, podría decirse que ella es: "¡mi amor platónico!".
Después de rebanarme tanto la cabeza, la respuesta claramente estaba cantada... Si eligiera una respuesta, podría decirse que ella es: "¡mi amor platónico!".
(Amor platónico: descripción gráfica)