miércoles, 20 de marzo de 2013

Necesidad creativa

¿Alguna vez te sentiste vacío/a porque te resultara difícil sobrellevar X situación? ¿Nunca tuviste la necesidad de buscarle un escape a todos esos sentimientos acumulados? Y lo más importante... ¿Estás cansado/a de no poder hacer nada con todo lo que te generan los inevitables traspiés de esta vida?

Seguramente más de uno habrá querido (por ejemplo) olvidarse de aquella novia/o que perdió, de aquel trabajo que nunca consiguió o de aquel ser querido que falleció. ¿Cuántas veces no sintió uno semejante frustración, o enojo, o tristeza, o una combinación de las tres, al momento de atravesar dichas situaciones? Y eso sumado a que, en ciertas ocaciones, uno se siente incapaz de tener los recursos necesarios para atravesarlos, a tal punto de que desearía mandar a todo el mundo a la--

En fin, ustedes me entienden... n_n


Si todas las preguntas anteriores las contestaste de forma afirmativa, entonces llegaste en el momento oportuno... Hay métodos bastante productivos para hacelo. Incluso mejor que agarrarse a las piñas con todo el mundo, que gritarle a quien no se lo merezca, que hacerse daño a uno mismo o, simplemente, matarse.

La idea es ser capaz de sublimar (es decir, que tu forma de expresión se dirija hacia un fin que ayude a crear y no a destruir). De esa manera, uno puede canalizar cualquier sentimiento negativo y transformarlo (con práctica y dedicación, por supuesto) en algo sano y útil. Estas son algunas formas más comunes:


Dibujo: Para el que gusta tener siempre a mano un lápiz y papel. Ya sea copiando de un dibujo existente o imaginando algo propio, te permite inmortalizar cualquier cosa que se te ocurra. Las posibilidades son infinitas: desde dibujar personajes de caricaturas hasta objetos simples, y si querés un reto más duro, dibujar fotos de personas reales u objetos surrealistas.


Pintura: Pareciera que es lo mismo que el dibujo, pero no es así. Acá pone énfasis en el arte de combinar y usar colores de distintos tipos, mientras que en el dibujo uno se limita al lápiz y al papel (aunque uno pueda integrarlo con la pintura). Entra mucho en juego la interacción con distintas formas, colores y texturas, para así poder obtener un resultado concreto.


Actuación: El método más adecuado para los más desvergonzados (o bien, para aflojar la timidez). Se trata de poner el cuerpo en el escenario y meterse adentro de un personaje, conocer los aspectos de su personalidad y mimetizarse con ellos. Cualquier forma de actuación es una gran liberación de tensión corporal... y es, sobre todo, un gran alivio para el alma.


Baile: Otra forma ideal para los desvergonzados. Si sos también de los que se quedan duro en los boliches sin tener ni puta idea de qué hacer, ésta es tu solución: aprender el arte de mover el cuerpo a un ritmo determinado. Cumple la misma función que la actuación: liberar tensión corporal y producir alivio.



Música: Un clásico que nunca muere. La guitarra, o el piano, o cualquier otro instrumento es perfecto para poder sacar esos temas que siempre te gustaron. Y si buscás un desafío mayor, podés crear tus propios acordes y canciones. Se trata de combinar distintos sonidos entre sí para lograr una coherencia sonora; además posee bastantes lazos con el baile...


Canto: Otro clásico que no va a pasar de moda. Acá también se necesita poner el cuerpo, pero no necesariamente para actuar, sino para la voz. Crear una composición musical a través del habla es tan liberador y expresivo como la actuación. Y el canto, junto con la música, es una combinación explosiva. Difícilmente están separados...


Literatura: Y finalmente vuelvo a dirigirme a la gente más reflexiva e introvertida. La palabra escrita, en todas sus formas y dimensiones, tiene tantas posibilidades como no se imaginan. Desde escribir historias (ya sea de terror, comedia, suspenso, drama, etc.) hasta poesías o reflexiones propias. Ideal para los que necesitan consigo un "diario" personal.


De más está decir que cada una de estas formas son de acuerdo a lo que más le guste a cada uno. Se necesita ponerle dedicación y esfuerzo, aunque estos dos últimos no son realmente necesarios si de verdad te apasiona lo que hayas elegido. Estas formas de expresión pueden englobarse en un solo nombre: creatividad.

La creatividad es una habilidad única. Le permite a una persona crear y producir cosas de cualquier tipo, o bien, darle otro sentido y forma hacia algo ya creado. Tiene la facultad de permitirnos no sólo moldear las cosas a nuestro antojo, sino también de crear y producir algo desde la nada.

Nos da la oportunidad de volcar toda nuestra energía hacia la creación de nuevas cosas o reinventar cosas existentes. Desde una obra de arte hasta la composición de una canción, cualquier método es "excusa" para invocarla. Y esto también se aplica a las situaciones duras de la vida.

No desaproveches estas cualidades si realmente descubrís tenerlas. Te pueden mejorar tanto física como mentalmente y además abrirte muchas posibilidades. Es cuestión de probar en dónde estás más cómodo, con tiempo y paciencia. Y de ahí en más, darle para adelante.


Suerte ;)