Seguramente más de uno habrá querido (por ejemplo) olvidarse de aquella novia/o que perdió, de aquel trabajo que nunca consiguió o de aquel ser querido que falleció. ¿Cuántas veces no sintió uno semejante frustración, o enojo, o tristeza, o una combinación de las tres, al momento de atravesar dichas situaciones? Y eso sumado a que, en ciertas ocaciones, uno se siente incapaz de tener los recursos necesarios para atravesarlos, a tal punto de que desearía mandar a todo el mundo a la--
En fin, ustedes me entienden... n_n
Si todas las preguntas anteriores las contestaste de forma afirmativa, entonces llegaste en el momento oportuno... Hay métodos bastante productivos para hacelo. Incluso mejor que agarrarse a las piñas con todo el mundo, que gritarle a quien no se lo merezca, que hacerse daño a uno mismo o, simplemente, matarse.
La idea es ser capaz de sublimar (es decir, que tu forma de expresión se dirija hacia un fin que ayude a crear y no a destruir). De esa manera, uno puede canalizar cualquier sentimiento negativo y transformarlo (con práctica y dedicación, por supuesto) en algo sano y útil. Estas son algunas formas más comunes:
Dibujo: Para el que gusta tener siempre a mano un lápiz y papel. Ya sea copiando de un dibujo existente o imaginando algo propio, te permite inmortalizar cualquier cosa que se te ocurra. Las posibilidades son infinitas: desde dibujar personajes de caricaturas hasta objetos simples, y si querés un reto más duro, dibujar fotos de personas reales u objetos surrealistas.

Pintura: Pareciera que es lo mismo que el dibujo, pero no es así. Acá pone énfasis en el arte de combinar y usar colores de distintos tipos, mientras que en el dibujo uno se limita al lápiz y al papel (aunque uno pueda integrarlo con la pintura). Entra mucho en juego la interacción con distintas formas, colores y texturas, para así poder obtener un resultado concreto.
Baile: Otra forma ideal para los desvergonzados. Si sos también de los que se quedan duro en los boliches sin tener ni puta idea de qué hacer, ésta es tu solución: aprender el arte de mover el cuerpo a un ritmo determinado. Cumple la misma función que la actuación: liberar tensión corporal y producir alivio.



De más está decir que cada una de estas formas son de acuerdo a lo que más le guste a cada uno. Se necesita ponerle dedicación y esfuerzo, aunque estos dos últimos no son realmente necesarios si de verdad te apasiona lo que hayas elegido. Estas formas de expresión pueden englobarse en un solo nombre: creatividad.
La creatividad es una habilidad única. Le permite a una persona crear y producir cosas de cualquier tipo, o bien, darle otro sentido y forma hacia algo ya creado. Tiene la facultad de permitirnos no sólo moldear las cosas a nuestro antojo, sino también de crear y producir algo desde la nada.
Nos da la oportunidad de volcar toda nuestra energía hacia la creación de nuevas cosas o reinventar cosas existentes. Desde una obra de arte hasta la composición de una canción, cualquier método es "excusa" para invocarla. Y esto también se aplica a las situaciones duras de la vida.
No desaproveches estas cualidades si realmente descubrís tenerlas. Te pueden mejorar tanto física como mentalmente y además abrirte muchas posibilidades. Es cuestión de probar en dónde estás más cómodo, con tiempo y paciencia. Y de ahí en más, darle para adelante.
Suerte ;)
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