jueves, 12 de agosto de 2021

¿Qué sos?

Habiendo pasado apenas unos minutos de haber cumplido los 30 años, siento la necesidad de marcar una serie de acontecimientos que valen la pena dejarlos aquí.

En estos momentos estoy viviendo solo en un departamento. Pago mi comida, mis facturas, mis gustos, mis gastos y mis inversiones. Estoy en pareja, y eventualmente voy a convivir con ella.

Me recibí de psicólogo, estoy matriculado y actualmente ejerzo desde la clínica en consultorio particular, además de que trabajo como acompañante terapéutico, lo cual me otorga un sueldo fijo y me permite mantenerme por mis propios medios.

Estoy haciendo terapia hace ya casi 10 años, alternando entre sesiones individuales y grupales, que han ayudado y continúan haciéndolo en muchísimos aspectos de mi vida. Tengo mi espacio de supervisión para los casos que me van llegando y poder seguir creciendo como profesional.

A todo esto, me inscribí en ciertas actividades que refuerzan lo anterior nombrado: grupos de estudio, cursos, actualizaciones y especializaciones. Estoy haciendo un tramo de formación pedagógica para poder enseñar mi profesión en un futuro no muy lejano.

Tengo fuertes intenciones de incursionar en distintas áreas de trabajo, como los psicodiagnósticos laborales, los gabinetes escolares y las fundaciones de salud mental.

Leo libros, novelas, historietas, diarios, miro películas, series, documentales… todos accesos a la cultura que independientemente de su género me aporten a lo intelectual y a lo emocional. Quiero absorber todo y aplicarlo todo lo que pueda; está en mi naturaleza obsesiva.

Me puedo permitir disfrutar los fines de semana con amigos o en pareja, e incluso en familia… y no me refiero en el sentido estricto de la palabra. Todo ser humano puede potencialmente integrar una familia, y yo la tengo: son mi pareja, mis amigos, mis colegas, mis compañeros de terapia y mis compañeros de estudio.

Y vos, psicopatona… ¿qué sos? ¿sos algo? ¿te queda algo de dignidad? ¿sos abogada, perito, vendedora…? Todo a medio camino o sin ejercer… qué casualidad, ¿no? ¿Qué pasó…? ¿lo máximo que pudiste llegar es a ser una pobre detective privada, y encima bastante mediocre? ¿dónde estás parada vos ahora? Te queda muy chico el término “realización personal” por lo que veo... es demasiado trabajo para vos, porque no sos una cualquiera, sos algo mucho más grande... sos "la nena", ¿Cómo negar ese rol tan tentador? Es complicado sacarse toda esa pestilencia que te consumió por dentro desde el principio...

Dejar una flor en el cementerio no te redime de toda una vida miserable y parasitaria. Eso no es nada. Y en especial cuando notes la poca gente que te va a valorar en tu lecho de muerte… Por mí podés perder tu alma, aunque honestamente pienso que ya la perdiste hace rato.

Parásito y cáscara vacía.

Lo único que sabes hacer es ostentar cómo te chorrea todo ese oro cochino, sin esfuerzo y mal ganado, que no te mereces en lo absoluto y que te lo dan por miedo a “perder a la nena”.

Y después me vienen a hablar de hijos mal paridos… imbéciles.

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